Griselda Astudillo (apdh olavarría) |
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A 35 años del golpe cívico-militar y la instauración del terrorismo de Estado en Argentina, cuyos responsables fueron militares, grupos económicos, religiosos y políticos con fuertes intereses en concentrar la mayor riqueza con el apoyo de los Estados Unidos, llevando adelante los planes sistemáticos de desaparición forzada de personas y de apropiación de bebés para instalar un devastador modelo económico que tuvo su continuidad en las, también, nefastas políticas neoliberales; la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos trabaja en la construcción colectiva de la memoria porque considera que es uno de los caminos para consolidar un país mas libre y justo.
Los derechos humanos son aquellos derechos relacionados con la dignidad de todas las personas. Son universales. El Estado es el único que puede garantizarlos, pero también es el único que puede violarlos, como fueron violados durante la última dictadura cívico-militar en Argentina.
Creemos que es tiempo de incluir a los responsables civiles de esta dictadura. Quienes apoyaron económica y políticamente el abuso con el aparato del Estado. Quienes pudieron construir opinión y pudieron difundir información y lo hicieron avalando y propiciando el abuso político y económico y la muerte. También ellos son responsables. No podemos, ni debemos hacer como que nada pasó, porque no fueron cómplices, fueron partícipes.
El 24 de marzo como día nacional de la memoria, por la verdad y la justicia es producto de la voluntad política de un gobierno, pero por sobre todo es resultado de todas las personas que mantuvieron viva la memoria. Reivindicamos la lucha de Madres, Abuelas e HIJOS y continuamos actuando por los derechos de todos y todas, por la búsqueda y restitución de los nietos apropiados, por la continuidad de los enjuiciamientos y condena en cárcel común a los genocidas, porque los responsables civiles no queden impunes.
Celebramos una política de Estado que garantice que esta parte de la historia sea incluida en la educación. Entre todos y todas construimos esta realidad, la esperanza y el cambio. Sabemos que la construcción de un registro colectivo de nuestra memoria nos permitirá renovar nuestro activismo en otras luchas que también son una deuda histórica y nos interpelan como sociedad:
-Reivindicación de los derechos de los pueblos originarios
-No más mujeres desaparecidas en democracia por las redes de trata para la explotación sexual
-Esclarecimiento de las muertes impunes en la ciudad de Olavarría
-Aparición de Luciano Arruga y justicia por l@s jóvenes víctimas de abuso policial
-Aparición de Jorge Julio López, querellante en causas sobre crímenes de lesa humanidad, desaparecido en septiembre de 2006
-Justicia por Silvia Suppo, querellante en causas sobre crímenes de lesa humanidad, asesinada brutalmente en marzo de 2010
¡Noble, Magnetto, devuelvan a l@s niet@s!